E5 Du Laing, G.; et al. Evolución y supervivencia de pacientes con COVID-19 con comorbilidades en relación con el estado de los oligoelementos al momento del ingreso hospitalario

Nutrients 2021, 13, 3304. https://doi.org/10.3390/nu13103304    hier herunterladen

E5 Evolución y supervivencia de pacientes COVID-19 con comorbilidades en relación con el estado de oligoelementos al ingreso hospitalario

El nivel inadecuado de Se y/o Zn al momento del ingreso hospitalario se asoció con tasas de mortalidad más altas y enfermedades más graves en todo el grupo de estudio, particularmente en la población de edad avanzada.

E11 Nombre JJ, Souza ACR, Vasconcelos AR, Prado PS y Pereira CPM (2020) aquí herunterladen

Zinc, Vitamin D and Vitamin C: Perspectives for COVID-19 With a Focus on Physical Tissue Barrier Integrity.

E11 Zinc, vitamina D y vitamina C: perspectivas sobre COVID-19 con especial atención a la integridad fisiológica de las barreras tisulares. Frente. Nutrición. 7:606398. doi: 10.3389/fnut.2020.606398 Frente. Nutr., 7 de diciembre de 2020 https://doi.org/10.3389/fnut.2020.606398 https://www.frontiersin.org/articles/10.3389/fnut.2020.606398/full

El zinc y las vitaminas C y D desempeñan un papel clave en el mantenimiento de la integridad y la función del sistema inmunológico al tener efectos sinérgicos en los pasos críticos de la respuesta inmune. Desempeñan un papel en el mantenimiento de las barreras tisulares fisiológicas. El objetivo de la presente revisión es proporcionar una descripción completa del papel del zinc y las vitaminas C y D en la respuesta inmune a las infecciones virales. La atención se centra en el efecto sinérgico de estos nutrientes en el mantenimiento de las barreras fisiológicas de los tejidos, como por ejemplo: B. la piel y las membranas mucosas. La evidencia encontrada en la literatura muestra que una deficiencia en uno o más de estos tres elementos perjudica la respuesta inmune, haciendo que la persona afectada sea más susceptible a infecciones virales y tenga un peor pronóstico de la enfermedad. Durante la pandemia de COVID-19, la ingesta adecuada de zinc y vitaminas C y D puede ser un agente farmacológico prometedor, ya que existe una alta necesidad de estos nutrientes ante el contacto con el virus y la aparición del proceso inflamatorio. Las infecciones virales aumentan la necesidad de diversos micronutrientes como las vitaminas A, B, C, D, zinc y selenio (17-20). Su deficiencia, aunque sea pequeña, puede afectar el metabolismo y, en consecuencia, el efecto sobre el sistema inmunológico.

El zinc es esencial para la integridad del sistema inmunológico (33) y juega un papel importante en el mantenimiento, desarrollo y activación de las células durante las respuestas inmunes innatas y adaptativas. También juega un papel en la integridad de las barreras epiteliales, que son importantes para la defensa del organismo y la prevención de la invasión de patógenos (34-37). Otra función importante del zinc es su actividad antiviral directa, lo que lo hace esencial para la respuesta inmune a una infección viral. El aumento de las concentraciones intracelulares de este mineral puede reducir la replicación de una variedad de virus de ARN (43-48) e interferir con el procesamiento proteolítico viral de las poliproteínas (49). Es importante destacar que en el cultivo de células Vero E6, la replicación del coronavirus del SARS (SARS-CoV) se produjo mediante la inhibición de su ARN polimerasa (45) mediante incubación con bajas concentraciones de zinc (2 μM). Además, el zinc puede inhibir la señalización de las citoquinas interferón (IFN) contra los virus de ARN (50-53) y la actividad de la enzima convertidora de angiotensina 2 (ACE2), que es crucial para la entrada del SARS-CoV-2 en las células huésped (54,55). ). La deficiencia de zinc afecta aproximadamente a un tercio de la población mundial (56) y se considera un problema nutricional global que afecta a las poblaciones tanto de los países desarrollados como de los países en desarrollo. Según datos epidemiológicos, la mayoría de las muertes por COVID-19 se han producido principalmente en personas mayores con comorbilidades comunes como hipertensión, diabetes u obesidad (62-64). En general, este grupo de individuos tiene una mayor prevalencia de deficiencia de zinc (65-69) porque el proceso de envejecimiento se asocia con una disminución progresiva del nivel de zinc en el cuerpo, lo que se debe a varios factores que incluyen la reducción de la ingesta de alimentos, la reducción de la eficiencia de absorción de nutrientes e ingestión de medicamentos (70, 71). Las personas obesas o con enfermedad renal crónica también suelen tener una deficiencia de zinc (65-68, 72-74). El aumento de la deficiencia de zinc y, en particular, la reducción de los niveles intracelulares de zinc en las células inmunitarias se asocian con una mayor dificultad para movilizar las pocas reservas de zinc en el organismo de las personas mayores y, en consecuencia, con una desregulación progresiva de la respuesta inmune (inmunosenescencia), lo que lleva a a una mayor susceptibilidad a enfermedades infecciosas (71, 75, 76). En general, las personas mayores con enfermedades crónicas u hospitalizadas tienen niveles de minerales en sangre incluso más bajos que las personas mayores sanas (71), lo que explica la infección y las enfermedades degenerativas relacionadas con la edad (70).

Los estudios clínicos han demostrado que la suplementación con zinc puede reducir la gravedad y la duración de diversos síntomas del resfriado, como fiebre, tos, dolor de garganta, dolor muscular y congestión nasal (90-92), que también pueden ocurrir después de la infección por SARS-CoV-2. En un estudio aleatorizado, doble ciego, 48 voluntarios con resfriados recibieron pastillas de acetato de zinc (80 mg de Zn elemental/día) o placebo dentro de las 24 horas posteriores a la aparición de los síntomas. En comparación con el placebo, la administración de zinc se asoció con la duración de los síntomas del resfriado y la gravedad general de todos los síntomas (p <0,002) (90)

La vitamina C, al igual que el zinc, altera la expresión de algunas proteínas de uniones estrechas. En un modelo de ratón de peritonitis abdominal inducida y posterior lesión aguda del tejido pulmonar, la administración intraperitoneal de 200 mg/kg de ácido ascórbico y ácido deshidroascórbico dio como resultado una regulación negativa de las quimiocinas proinflamatorias, una reducción de la infiltración polimorfonuclear de neutrófilos en el pulmón y una reducción de la gravedad del daño tisular. . En el grupo no suplementado, la peritonitis abdominal resultó en una pérdida de la función de barrera alveolar de pequeños solutos en los animales, con un aumento significativo en la expresión de claudina-2 y -4 y una disminución en los niveles de claudina-18, ocludina y la proteína adaptadora del citoesqueleto Zonula Occludens 1 (ZO1) (114). La suplementación con ácido ascórbico redujo significativamente el edema pulmonar al afectar la barrera epitelial, previniendo cambios en la expresión de estas proteínas, la permeabilidad paracelular de iones y moléculas pequeñas y previniendo la reestructuración del citoesqueleto y la actina (114). La vitamina C también mantiene la integridad de las occludinas y previene el daño a las uniones estrechas asociadas con la disfunción de la barrera endotelial (190, 191). Esta disfunción de la barrera implica la producción de la especie reactiva radical aniónico superóxido (O-2), que reacciona con el óxido nítrico (NO) para formar peroxinitrito (ONOO-), que también tiene un alto potencial de daño a la barrera endotelial y desfosforilación de ocludinas. . La vitamina C inhibe la enzima NADPH oxidasa, responsable de la producción de O.-2, y elimina O.-2 y ONOO-, evitando así la desfosforilación de las occludinas y el consiguiente aflojamiento de las uniones estrechas (190-192). La vitamina D y su receptor influyen en las uniones estrechas. Están involucrados en la expresión y función de las proteínas ZO1, ocludina y claudina (19, 175).

Vitamin D und sein Rezeptor haben einen Einfluss auf die tight junctions. Sie sind an der Expression und Funktion der Proteine ZO1, Occludin und Claudin (19, 175) beteiligt.....dass Claudin-2 und Claudin-12 parazelluläre Ca2+-Kanäle in Enterozyten bilden und wichtig sind für die Homöostase dieses Kations (193). In Epithelzellen menschlicher Hornhaut erhöhten die Metaboliten 1,25(OH)2D3 und 25(OH)D3 die Barrierefunktion, durch die Expression von Occludin Proteinen (194). Weitere Hinweise auf die Funktion von Vitamin D für die Integrität und Adhärenzverbindungen finden sich in menschlichen Darmkrebs-Zelllinien. Die Behandlung mit 1,25(OH)2D3 erhöhte die Expression einiger Proteine dieser Verbindungen, wie ZO1, ZO2, Occludin, E-Cadherin und Vinculin, was zu einer verringerten Membranpermeabilität führte, wie der transepitheliale elektrischen Widerstand durch die Behandlung zeigte(195). E-Cadherin Transmembranprotein ist wichtig für die Aufrechterhaltung des polarisierten Epithelzellphänotyps sowie für die Adhäsion zwischen Zellen (196, 197). Seine Bedeutung zeigt sich in der Tatsache, dass der Verlust der E-Cadherin-Expression, ein häufiges Ereignis während des Übergangs vom Adenom zum Karzinom ist und zu erheblichen epithelialen morphologischen Veränderungen und den Erwerb einer invasiven Fähigkeit führt (198-200). Die Behandlung von Dickdarmkrebszellen mit Vitamin D stellte die beeinträchtigte Gewebemorphologie wieder her durch die Expression von Tight- und Adherens-Verbindungsproteine.

E4 Gombart, Adrian F.; Pierre, Adeline; Maggini, Silvia

A Review of Micronutrients and the Immune System-Working in Harmony to Reduce the Risk of Infection

Nutrientes 2020, 12, 236; doi:10.3390/nu12010236 descargar aquí.

E4 Una descripción general de los micronutrientes y el sistema inmunológico: trabajando juntos armoniosamente para reducir el riesgo de infección

Sehr ausführliche Darstellung der Funktionen der Mikronährstoffe im Zusammenspiel mit dem Immunsstem. Wichtigste sind die Vitamine C und D sowie Zink. Darüber hinaus dann auch: die Vitamine A, B6, B12, B9 (Folsäure), E, sowie die Elemente Eisen, Selen, Kupfer und Magnesium. Die Arbeit stammt aus der Zeit vor der Corona-Pandemie (2019).